martes, 25 de septiembre de 2007

Consejos para consumir con inteligencia Segunda y última parte

FINANZAS PERSONALES / EL ECONOMISTA

En nuestra pasada colaboración, mencionamos que para poder tener más y mejores cosas hoy, así como alcanzar nuestros objetivos futuros, de acuerdo con nuestro nivel de ingresos, es importante aprender a ser consumidores inteligentes. Joan Lanzagorta

El ahorro se puede diluir en compras en "baratas"En nuestra pasada colaboración, mencionamos que para poder tener más y mejores cosas hoy, así como alcanzar nuestros objetivos futuros, de acuerdo con nuestro nivel de ingresos, es importante aprender a ser consumidores inteligentes.Dimos además un par de consejos consistentes en la determinación de nuestros hábitos de consumo y en la elaboración de un presupuesto que sea acorde con el patrón de compras que tenemos.A continuación complementamos nuestra lista de consejos prácticos que nos permitirán lograrlo: 1. Hacer una lista de compras antes de salir al mercado o al supermercado, y apegarse a ella por completo.Esto nos ayudará a crear una autodisciplina y nos permitirá comprar sólo lo que necesitamos o lo que tenemos planeado, reduciendo de esta manera las compras de impulso.Es particularmente importante que planeemos realizar las compras de comida y de supermercado de manera semanal, particularmente los días con mayores ofertas, y que no regresemos a estos establecimientos hasta el siguiente periodo.Esto nos ayudará a evitar que compremos cosas que no necesitemos, y que nos desviemos de nuestro presupuesto.2. Aprovechar las ofertas de fin de temporada, teniendo en mente nuestras necesidades. Muchas personas gastan verdaderas fortunas en las baratas, debido a que compran demasiados artículos, bajo la idea errónea de que están "ahorrando".Es decir, en lugar de comprarse dos pares de zapatos, que les costarían 800 pesos en una venta normal, adquieren cinco en la barata, que no necesitan, pagando por ellos 1,500 pesos.Además, en muchas ocasiones los artículos que se ofrecen en estas ventas son los sobrantes del año o los que quedaron maltratados, por lo que debemos asegurarnos de su calidad.Siempre es conveniente que, antes de salir, tengamos bien pensado lo que necesitaremos comprar.3. En donde sea posible, comprar por volumen. Muchas veces los descuentos que nos ofrecen directamente los fabricantes o los clubes de precios al comprarles por volumen, pueden ser muy significativos.Podemos organizarnos con nuestros vecinos o familiares para adquirir de manera conjunta los artículos que consumimos regularmente, a fin de lograr importantes ahorros.4. Si somos de las personas que cuando cargamos dinero no podemos resistir la tentación de comprar, entonces simplemente no debemos portarlo con nosotros.Debemos guardar en la cartera, en un compartimento separado de donde llevamos el efectivo habitual, una cantidad pequeña para ser utilizada en casos de emergencia, así como una tarjeta con bajo saldo o bajo límite de crédito, para usarse en caso urgente.5. Evaluar la calidad y durabilidad de los artículos que adquirimos. Es muy importante recordar que en muchas ocasiones lo barato sale caro, por lo que el precio no es el único parámetro que debemos evaluar al adquirir un producto.Afortunadamente, la Procuraduría Federal del Consumidor nos ofrece una gran cantidad de herramientas que pueden ayudarnos a simplificar nuestra labor, como son: la revista del consumidor, su servicio telefónico gratuito (01-800-468-8722) y su página de Internet (www.profeco.gob.mx).6. Tomar en cuenta que los productos más caros, o los de la marca más famosa, muchas veces no son los que ofrecen mayor calidad.Muchas marcas sustentan los precios altos en la fama que han adquirido, sin importar que existan competidores que ofrezcan una mejor relación costo-beneficio.De hecho, esta relación es la clave que siempre debemos tomar en cuenta antes de adquirir cualquier bien.7. Dar un buen mantenimiento a nuestros bienes, a fin de conservarlos en óptimas condiciones en todo momento, e incrementar su vida útil.Para ilustrar la importancia de esto, podemos poner el ejemplo de un automóvil; si nunca le hacemos un servicio ni le revisamos sus niveles, su vida útil será muy corta.Pero si, por el contrario, lo tenemos bien cuidado y seguimos las recomendaciones de mantenimiento de los fabricantes, seguramente nos dará muchos años de servicio.8. Elaborar más productos en casa. Un buen pastel casero, por ejemplo, siempre será mejor que uno comprado en la sección de productos congelados.Lo mismo sucede con una gran cantidad de productos: al elaborarlos en casa no sólo ahorramos, sino que le damos a nuestra familia una parte de nuestro cariño.Las tecnologías domésticas ofrecidas por la Profeco también son de gran utilidad para esto.Con mucho gusto recibiré sus dudas, inquietudes y comentarios en mi dirección de correo electrónico: jlanzagorta@eleconomista.com.mx

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