viernes, 12 de octubre de 2007

Antes de contraer matrimonio es necesario convenir cómo se manejará el dinero

Joan Lanzagorta

Cuentas separadas o conjuntas funcionan por acuerdo

Uno de los sentimientos más preciosos e intensos que vivimos los seres humanos, es sin duda el amor de pareja: ese que se cultiva día a día y que nos hace sentir completos en nuestros corazones.

Cuando ese amor se corona a través del matrimonio, nace la esperanza de crecer y de formar una vida plena, larga, saludable, pero sobre todo feliz con nuestra pareja.

Sin embargo, además de todos los compromisos morales y sentimentales que implica el hecho de unir nuestras vidas con el ser que amamos, forzosamente también se unen consideraciones y decisiones financieras.

Por más que la pareja haya platicado de sus metas - y aparentemente se encuentren en armonía - éstas se deben manejar entre los dos, lo cual es mucho más complicado que hacerlo de forma individual.

Por ello es importante que se preparen en este aspecto, para lo cual los siguientes consejos les serán de utilidad: Compartan los aspectos importantes de su vida. Muy pocas parejas hablan de sus planes personales y discuten acerca de sus metas antes de casarse.

El resultado muchas veces es fatal, ya que termina con muchos de estos matrimonios. El dinero y las Finanzas Personales son sólo un punto que deben compartir.

Otros de estos puntos incluyen sus perspectivas para tener y cuidar de sus hijos, de sus planes laborales, de sus metas personales, etcétera.

Una pareja debe compartir y entender profundamente los aspectos importantes y las necesidades propias y del otro.

Nunca deben dejar que sus emociones - el romance, el amor - les cieguen con respecto a estas necesidades.

Establezcan metas en conjunto. Desde antes de casarse, las parejas deberían establecer metas comunes, en armonía con sus objetivos individuales.

Una vez casados, deberían tomarse un tiempo cada mes para discutir acerca de estas metas y establecer nuevas prioridades comunes a futuro.

El matrimonio es como un bote en el cual cada individuo tiene un remo; deben asegurarse de remar juntos, hacia la misma dirección.

Decidan si quieren manejar sus Finanzas Personales en común o de forma individual. Algunas parejas deciden que es mejor tener cuentas separadas y manejar su dinero en forma individual, mientras que otras deciden compartir sus recursos y manejarlos de forma conjunta.

Ambas estrategias funcionan, siempre que los dos integrantes de la pareja crean en ellas profundamente.

Desde un punto de vista filosófico, en el cual el matrimonio se concibe esencialmente como compartir, desde luego que preferimos la segunda.

Cualquiera que sea la decisión de la pareja, un hecho importante es que nunca deben esconder dinero uno del otro.

Asimismo, si uno de los integrantes de la pareja tiene un ingreso y un patrimonio acumulado sustancialmente mayor que el otro, jamás debería asumir una actitud de poder y control sobre el dinero y las metas financieras de ambos.

Cuando la confianza no existe, lo demás no importa: el verdadero matrimonio se habrá extinguido.

Determinen sus necesidades de aseguramiento. En muchas parejas, aunque ambos trabajen, el cumplimiento de las metas dependen de los ingresos de ambos.

Por ello es importante que, en caso de un imprevisto, se encuentren debidamente protegidos. Las parejas deberían siempre determinar sus necesidades de aseguramiento y revisarlas una vez al año por lo menos, revisando coberturas y actualizando en caso necesario a los beneficiarios de sus pólizas.

Hagan o actualicen sus testamentos. Muchas parejas lamentablemente no hacen testamento, con lo cual no pueden proteger sus bienes (y a las personas a quienes quieren dejar su legado) de forma efectiva.

Si tienen hijos, por su propia protección también deberían discutir quién será su tutor en caso de que ambos fallezcan.


La pareja debe establecer metas y renovarlas.

El matrimonio es un asunto de compromiso, de llevar una vida mutua, de caminar juntos en una misma dirección. Parte fundamental del mismo es la confianza, sin la cual no se puede construir una relación sólida.

Como toda organización, el matrimonio debe permitir - incluso fomentar - el desarrollo de las metas personales e individuales de cada uno de sus integrantes.

Pero a la vez, debe incluir metas más grandes, aquellas en las cuales deben participar ambos de forma efectiva para poder alcanzarlas.

Esas metas tienen que ver con la necesidad del ser humano de sentirse amado, de construir una familia, etcétera. El verdadero matrimonio involucra compartir esta misión y mantener un compromiso profundo con ella.

La misión del matrimonio, las metas conjuntas, sólo se pueden lograr si existe la libertad suficiente para permitir una verdadera cooperación.

Debe existir la suficiente flexibilidad para que ambos logren también sus metas propias, sin que uno prevalezca sobre el otro.

Sin este incentivo, se perderá la colaboración conjunta que es tan importante para alcanzar los objetivos que para ambos son superiores.

Con mucho gusto recibiré sus dudas, inquietudes y comentarios en mi dirección de correo electrónico: jlanzagorta@eleconomista.com.mx

jueves, 11 de octubre de 2007

Cambiar de empleado a emprendedor exige una estrategia

Joan Lanzagorta

Las habilidades para administrar y prevenir deben ser mayores


Muchos de nosotros soñamos con ser financieramente independientes. Deseamos trabajar para nosotros mismos en lugar de hacerlo para alguien más.

Aprovechar nuestros talentos para construir un patrimonio propio; crear un negocio propio.

Sin embargo, pocos somos lo suficientemente valientes como para renunciar a nuestro empleo para alcanzar nuestro sueño.

La razón principal que nos detiene es nuestro miedo, un temor profundo a perder lo que tenemos.

Nuestro empleo, a final de cuentas, nos proporciona una seguridad psicológica que para muchos es indispensable: un ingreso fijo y ciertos beneficios.

El dejar atrás todo eso para emprender la aventura de crear un negocio propio es, pues, una decisión difícil y sin duda no apta para todo el mundo.

No obstante, si decidimos tomar este camino, no debemos dejar que nada se interponga entre nuestra meta y nosotros. Los siguientes consejos nos ayudarán a incrementar nuestras oportunidades de tener éxito de largo plazo: Prepararnos para dejar nuestro trabajo. Muchas personas están acostumbradas a gastar tanto o más de lo que ganan en su trabajo.

Por lo tanto, se vuelven dependientes de su salario y mientras más lo son, más fuertemente se aferran a él. Por ello, suelen posponer su decisión de emprender.

En estos casos, uno debe tomar primero la decisión de reducir sus gastos al máximo y de vivir una vida más sencilla.

Esto nos servirá para maximizar nuestras habilidades de ganar dinero (y de quedarnos con una buena parte de él) pero además nos dará el estilo de vida necesario para aguantar la pérdida de ingresos y el incremento en gastos relacionados con la apertura de nuestro negocio.

Uno además podría considerar el seguir trabajando, de medio tiempo, mientras su empresa prospera y puede depender económicamente de ella.

Desarrollar un plan de negocios. La mayoría de las empresas de nueva creación termina por fracasar debido principalmente a la falta de planeación.

Todo emprendedor debería hacer su tarea e investigar y desarrollar por escrito su idea de negocios. Esto incrementará dramáticamente sus probabilidades de éxito. Un buen plan de negocios debe ser un borrador de cómo espera que se desarrolle su negocio.

Debe ser, como su nombre lo indica, un plan que debe detallar la idea original de la empresa, el entorno del mercado en el cual competirá, sus planes de mercadotecnia y también un estimado de sus ingresos y egresos en las diversas etapas iniciales.

Hay muchos recursos en el Internet que le ayudarán a elaborar un plan de negocios bueno, sólido y que cubra todos los ángulos necesarios.

Reemplazar nuestras coberturas de seguros. Muchas empresas ofrecen como prestación a sus empleados, seguros de vida y de gastos médicos mayores.

Es importante continuar con estas coberturas, ya que de presentarse un imprevisto, nuestra idea de negocio podría venirse a pique. También debe hacerse, por las mismas razones, un análisis de las coberturas que necesitará para su nueva empresa.

Establecer un plan de ahorro para nuestro retiro. Una vez que nuestro negocio esté teniendo utilidades, no debemos olvidarnos de destinar parte de ellas para continuar con nuestro ahorro para el retiro.

Al tener una empresa propia no tenemos acceso a prestaciones como puede ser el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) incluyendo el ahorro para el retiro en las administradoras de fondos para el retiro (afores). Por lo que la importancia de construir un fondo propio se hace patente.

Con mucho gusto recibiré sus dudas, inquietudes y comentarios en mi dirección de correo electrónico: jlanzagorta@eleconomista.com.mx


Persisten obstáculos para iniciar negocios.

Lamentablemente en México es muy difícil hacer negocios.

No tenemos seguridad jurídica, las leyes fiscales (y por ende el entorno económico) cambian cada año, y nuestros congresistas anteponen su interés político a las verdaderas necesidades del país.

A pesar de que los trámites para crear una nueva empresa se han reducido sustancialmente, todavía es muy complicado hacerlo.

Adicionalmente, la corrupción, a pesar de los esfuerzos que se han querido hacer en esta materia, sigue siendo parte importante de nuestra vida cotidiana y representa un costo altísimo, sobre todo para los nuevos emprendedores.

Todo esto hace mucho más difícil para los mexicanos crear una empresa y crecer con ella. Es mucho más complicado hacerlo aquí que en un país desarrollado.

De hecho, se ha demostrado que una de las grandes diferencias entre un país desarrollado y uno del "tercer mundo", es precisamente la facilidad para hacer negocios así como la seguridad jurídica.

En los países desarrollados generalmente se pueden abrir empresas en cuestión de horas, y los empresarios se pueden defender eficientemente de cualquier acción ilegal que la ponga en peligro.

En México, las tasas de interés que cobran los bancos para los préstamos siguen siendo muy altas precisamente por la falta de seguridad jurídica.

En México, si una persona decide rentar un inmueble, y su inquilino deja de pagar la renta pactada, tampoco puede proteger su patrimonio y desalojarlo de inmediato, al contrario de otros países en donde esto es posible.

En México, los inversionistas extranjeros y los grandes empresarios "amigos del gobierno" han sido los únicos favorecidos con garantías que ha tenido que otorgar el gobierno (con cargo a los contribuyentes) para que inviertan en nuestro país. Sin dichas garantías, simple y llanamente no vendrían.

Sin embargo, los pequeños empresarios que realmente significan el motor de una economía, no gozan de ninguna seguridad para sus inversiones, dado que la aplicación de las leyes continúa siendo discrecional. Así no se puede crecer.

lunes, 8 de octubre de 2007

Celebra Muñoz Ledo cambio constitucional

Reforma

(18-Sep-2007)

Para Porfirio Muñoz Ledo la reforma electoral recién aprobada por el Congreso abre el camino a lo que llamó la "constitucionalización" de los medios.

El asesor de la Comisión para la reforma del Estado consideró que se trata de la enmienda más trascendental de la última década.

"Este es el hecho más importante de la historia política de México desde 1996", dijo.

"En el paquete viene la constitucionalización de los medios. Los gobiernos de opusieron desde 1960 a constitucionalizarlos, pero finalmente ocurrió.

"La Constitución ya va hablar de concesionarios y permisionarios, entonces habrá que definir qué son, eso ya es incuestionable.

"Por vez primera la televisión y la radio se ven reguladas por la Constitución", agregó en entrevista.

Incluso celebró que en el debate que sostuvieron senadores y permisionarios, previo a la aprobación de la reforma, el perredista Pablo Gómez se refiriera a la necesidad de limitar la comercialización de un bien público, como son las concesiones de radio y televisión.

Además de que la transmisión del debate con senadores en televisión abierta, señaló, refleja la importancia de un sistema parlamentario.

"Quien diga que este País no está preparado para un sistema parlamentario o semiparlamentario no vio esa transmisión. Hay mucho más inteligencia, mucha más decisión política en el Congreso que en un Ejecutivo inexistente", señaló el ex senador.

Explicó que la regulación de la política y los medios de comunicación es un tema recurrente que él en lo personal ha propuesto desde hace más de dos décadas.

Finalmente destacó la conveniencia de no cerrar la puerta a las candidaturas fuera de los partidos.

"Yo no estaba de acuerdo en que los partidos fueran el único vehículo, no sólo porque las candidaturas (independientes) ya han sido aprobadas por la jurisdicción internacional, sino por algo que ya está en la legislación mexicana", indicó.

Recordó que a nivel estatal algunas entidades reconocen el sistema de usos y costumbres, lo que implica una forma de representación diferente a la de los partidos políticos.

Sugirió que una forma de enfrentar esta situación es dejar cierto margen a las entidades para que regulen en ese terreno sus candidaturas, de acuerdo con su realidad política.



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