jueves, 20 de diciembre de 2007

Educación e innovación

Valores
EL ECONOMISTA

20/dic/2007


El principio para contar con investigación y desarrollo depende de varias cosas, como ya ha sido explicado anteriormente, pero hay un elemento muy importante para generar innovación: la educación.
Mercedes Muñoz*



En varios artículos he manifestado lo importante que resulta para una sociedad contar con empresas y organizaciones innovadoras, pues, en parte, la permanencia en un mercado internacional y para mantener la competitividad de un país o empresa en un mundo cambiante a velocidad galopante depende, en gran medida, de la estrategia tecnológica-innovadora que se ejecute en una planeación a largo plazo.

Sin embargo, para contar con empresas y organizaciones competitivas, éstas deberán de seguir una estrategia de investigación y desarrollo de tecnología que finalice en la innovación de productos y/o nuevos procesos.

El principio para contar con investigación y desarrollo depende de varias cosas, como ya ha sido explicado anteriormente, pero hay un elemento muy importante para generar innovación: la educación.

A pesar de la importancia en la educación, en el último reporte de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) del Programa para la Evaluación Internacional de los Estudiantes 2006 (PISA 2006, por su sigla en inglés), para México se indica que, contrariamente al aumento en el gasto educativo, los resultados son malos y nada alentadores.

La OCDE señala que la educación en México es ineficiente, con pobres incentivos para mejorar y que tanto la calidad como la cantidad es menor a los niveles registrados por los mismos miembros de la OCDE.

En el estudio de la OCDE, se señala que el sistema educativo de México: a) Es uno de los más grandes en América Latina, al contar con más de 36 millones de estudiantes.

b) Con más de 10% de escuelas o instituciones privadas.

c) Tres tipos de educación pública: - Educación básica, que se subdivide en tres niveles y cuenta con 78% del total de alumnos enrolados en el sistema educativo. Los tres subniveles son: preprimaria (kinder), primaria y secundaria. En total, esta educación básica se compone de 12 años.

- Educación media superior, que está conformada por dos tipos, aquella que te prepara para ser un técnico o bien aquella que sirve de base para los estudios universitarios.

- Educación terciaria, que incluye los cursos ofrecidos por las universidades.

Es importante aclarar que en México, el gasto en educación es creciente tanto en monto como en porcentaje en los últimos años, pero en términos absolutos es menor al estándar. Durante el periodo de 1995 a 2004, el gasto en educación se incrementó 47%, es decir, 6.4% como porcentaje del Producto Interno Bruto (PIB), que es superior al nivel de la OCDE.

También la OCDE determinó que una mayor parte del dinero gastado en la educación no es para crear nuevos proyectos de infraestructura o mejorar la calidad de educación, sino que se "invirtió" en el gasto corriente.

No obstante, hay elementos también igual de críticos como el hecho de que: a) México gasta por cada alumno de primaria solo 1,694 dólares (estimados bajo el enfoque de la paridad de poder de compra), mientras que el promedio de la OCDE aproximadamente invierte 5,832, es decir, 3.4 veces más de lo gastado en México. Para el caso de la secundaria, la situación es muy similar.

b) En la prueba de lectura, los mexicanos evaluados obtuvieron 17% por debajo del promedio de la OCDE. El puntaje obtenido fue de 410, peor que el obtenido en el año 2000.

c) En la prueba de matemáticas se lograron apenas 406, y no hay diferencias de género significativas.

d) En la prueba de ciencias los resultados son igual de magros, a pesar de la disposición mostrada por los alumnos en esta materia.

Dado este panorama tan desalentador en educación, es difícil plantear una estrategia de innovación a largo plazo y que permita situar al país en mejores condiciones, tanto para la vida de sus pobladores como para las empresas.

*Mercedes Muñoz es directora del Centro de Estudios sobre Negocios Internacionales e Integración Regional del Tecnológico de Monterrey, Campus Estado de México. Su correo electrónico es: marmunoz@itesm.mx

Cosas para vivir mejor en el 2008

Editorial / EL ECONOMISTA

20/dic/2007


Cada cierto tiempo me gusta compartir con los lectores algunas de las cosas que pueden ser saludables para vivir mejor. Desde luego la lista es breve y, por completo, subjetiva, pero hay evidencia de que, varias de ellas, en efecto ayudan. Veamos.
Otto Granados*



Cada cierto tiempo me gusta compartir con los lectores algunas de las cosas que pueden ser saludables para vivir mejor. Desde luego la lista es breve y, por completo, subjetiva, pero hay evidencia de que, varias de ellas, en efecto ayudan. Veamos.


- Ocúpese del futuro.

Si piensa que todo tiempo pasado fue mejor, olvídese. Lo que viene será infinitamente más excitante y divertido. Jacques Attali ha publicado este año, en un libro alucinante -Breve historia del futuro- el mapa del mañana: los estados se debilitarán y buena parte de los servicios -ejército, policía, electricidad, educación, energía- serán privados, abriendo modelos de negocio insospechados. El ciclo que va desde la creación hasta la producción y comercialización de productos alimenticios o prendas de vestir se reducirá de un mes a cuatro días; el de los autos y electrodomésticos bajará de dos años a seis meses, y los medicamentos de siete a cuatro años, y así sucesivamente. En suma: deje atrás la nostalgia y asista a un espectáculo inédito.


- Tómese un sabático.

Como, según el poeta, la vida es larga, haga un paréntesis. Deje de preocuparse por las boberías de los políticos, los errores de los economistas y la cursilería de Vail o Cancún. Ahora váyase a enseñar español en China, participe en proyectos ecológicos en Costa Rica, trabaje en una granja en Noruega o construya aulas en Zambia. Viva otra experiencia -y, además, remunerada- como las que ofrece la organización española Sabática (www.sabatica.org) en casi 30 países.


- Organice las prioridades.

Con frecuencia perdemos el sentido de las prioridades. Por lo tanto, es indispensable clarificar si nuestras aspiraciones se centran en el amor, el poder, el dinero, el hedonismo, la popularidad o el conocimiento. Como no somos buenos para todo ni para todo hay tiempo o recursos, hay que focalizar la energía hacia lo que verdaderamente se anhela. Dicen los que saben que el conocimiento y el amor son las grandes pasiones existenciales y las que producen los mayores niveles de satisfacción en la vida.


- Mudarse de ciudad....al menos temporalmente.

Cuando empezó la Guerra Fría, en los años cincuenta, había unos 60 países independientes; hoy existen 192 representados en las Naciones Unidas. ¿Porqué limitarse a una ciudad o, peor todavía, a una zona de la ciudad, habiendo tantas opciones ahora? Decía Julio Cortázar que es preferible ser nada en una ciudad que lo es todo a ser todo en una ciudad que es nada. El mundo no empieza ni termina en Polanco.


- Cambiar de trabajo....si puede.

Cada vez más personas cambian de trabajo porque quieren ordenar sus prioridades y darle valor a las pequeñas cosas de la vida cotidiana: cuidar a la familia y a los amigos, descubrir las novedades literarias, dejar atrás el estrés, salir al cine, sostener pláticas inteligentes, pasear al perro, cocinar para otros y entender mejor al mundo y la vida a través de la lectura, los viajes y la reflexión. En breve: construir una estructura vital balanceada entre los nuevos desafíos, la creatividad, la serenidad, el placer y el gozo del tiempo.


- Emparejarse.

Las investigaciones más serias demuestran que la gente felizmente casada o emparejada es física y psicológicamente mas saludable que la soltera, tiene una situación financiera mejor (los casados ganan salarios 27 % más altos que los solteros) y su sexualidad es mucho más satisfactoria. Así que si se tiene una pareja leal, inteligente, generosa y divertida, cuídela porque es una suerte.

Si la que tiene no es ninguna de esas cosas, entonces cámbiela para que no le eche a perder sus próximos años. Y si, sencillamente, no tiene una, consígala.


otto.granados@itesm.mx.

Esta columna aparecerá nuevamente hasta el 10 de enero.

La familia, la escuela y la educación

Editorial / El Economista
20 de dic 07


Los ambientes y experiencias que mamás y papás crean para los hijos en casa impactan más que el sistema educativo en sus aprendizaje.

Eduardo Andere M.

Suena a cliché, sentido común y perogrullada, pero la ciencia de la educación o la ciencia del aprendizaje, en una coincidencia feliz con la economía y sociología de la educación, confirman que la familia -y lo que se vive en la familia- tiene un fuerte impacto en los aprendizajes de los hijos. ¿Cómo es que la familia influye en los aprendizajes? Mediante la creación de experiencias agradables y ambientes propicios para el aprendizaje. En este sentido, la familia se convierte en la mejor escuela. El contexto familiar y el contexto cultural y social en el que nos desempeñamos desde que nacemos más que compensan cualquier ventaja genética. Son los "genes familiares" y los "genes sociales" los que tienen mayor impacto sobre el futuro de nuestros hijos e hijas. Un buen ambiente para la lectura y los números en los primeros años de vida tiene un gran poder de predicción para las pruebas ENLACE, EXCALE y PISA.

Más lectura en la familia, más juegos entre papás, mamás e hijos, más cercanía a las necesidades de los infantes, son las mejores vitaminas para el aprendizaje futuro de nuestros hijos en la escuela y mejor desempeño social en la vida.

Papá y mamá no necesitan estar todo el día en la escuela; pero sí necesitan estar al pendiente en la casa sobre lo que sucede en la escuela. Mamá y papá pueden con poca inversión asegurar el éxito de sus hijas e hijos si realmente están al pendiente. ¿Qué tan al pendiente deben estar? Depende de la edad de los hijos. En los primeros años de edad la cercanía, la ternura, la sensibilidad y la pronta respuesta a los deseos de los bebés, en forma de lectura, juegos, ejemplos, socialización, son esenciales. Una buena atención en los primeros años sustituye y mejora cualquier educación preescolar. ¿Cuál es la mejor escuela inicial y preescolar para mis hijos? La que mejor replique una cultura de juego, socialización, respeto y ternura como sucedería en el hogar.

Para la edad de primaria, la mejor escuela sigue siendo el hogar. Si mamá y papá viven y promueven una cultura por la lectura, por el esfuerzo, por el estudio; si papá y mamá ostentan al menos una buena educación preparatoria; si mamá o papá dedican tiempo a trabajar-convivir con sus hijos, los aprendizajes serán mejores. La escuela en este caso refuerza el trabajo familiar; difícilmente lo sustituye. Así que la pregunta crucial no es ¿Cuál es la mejor escuela para mis hijos e hijas? Sino ¿Existe en casa un ambiente propicio para el aprendizaje? Durante los años de la secundaria y la preparatoria la intervención de los padres de familia se traduce más en el monitoreo y "estar al pendiente" que en el trabajo "uno a uno" con los hijos e hijas. Papá y mamá a la vez que fomentan la independencia de los hijos mediante decisiones democráticas, disciplina preventiva que no punitiva, diálogo constante, y la "administración" de los tiempos de juego, televisión y video juegos, también se acercan a la escuela.

La mejor manera de estar pendiente en la casa, es saber lo que sucede en la escuela y la calle. Papá y mamá no necesitan tomar decisiones en la escuela para que la escuela funcione bien, pero sí necesitan saber lo que sucede en la escuela.

La facultad de educación de la universidad de Harvard (www.gse.harvard.edu) ha iniciado un proyecto permanente de investigación y difusión para enlazar a la escuela con la familia. Los productos de sus trabajos están a la mano de todos como en parte señalo arriba. Estos trabajos, que tienen raíces etnográficas, complementan espléndidamente los esfuerzos de las mediciones educativas de la OCDE, la SEP y el INEE.

eandere@mexico.com
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