miércoles, 16 de abril de 2008

Al igual que las empresas exitosas, las personas deben controlar su dinero

Joan Lanzagorta

Estrategias efectivas permiten ahorrar, invertir y ganar


Supongamos que somos directores generales de una empresa y nuestro objetivo más importante es obtener utilidades en la operación, para incrementar el patrimonio de nuestros accionistas.

Finalizada la gestión anual podríamos decir: "no generamos patrimonio este año; tuvimos muchas ganancias, pero no sabemos qué pasó con ellas".

En una situación así los accionistas reaccionarían de manera tajante. Seríamos destituidos e incluso dependiendo de la gravedad podrían llegar a demandarnos.

Ellos se preguntarán: ¿por qué pasó eso; por qué no hubo un plan de acción; por qué la compañía no tuvo un control sobre sus flujos de efectivo? Pues bien, esto mismo le pasa a muchos mexicanos en el manejo de las finanzas de su hogar.

Muchos no saben a dónde se fueron los ingresos que generaron durante el año, simplemente porque no tienen un control de su flujo de efectivo. Y al igual que en una empresa, esto produce resultados desastrosos en el patrimonio familiar.

El ejemplo anterior pretende ilustrar la importancia del manejo adecuado de nuestro flujo de efectivo. Mientras mejor lo hagamos, podremos encontrar más y mejores formas de tener dinero disponible para ahorrar, invertir y construir un patrimonio.

No tenemos que quitar los pequeños placeres. Desafortunadamente, muchas personas pasan de largo este elemento clave para su planeación financiera personal.

Tienen la noción equivocada de que la única forma de lograr sus metas financieras es a través de un buen apretón de cinturón, es decir ahorrar unos cuantos pesos aquí o allá o no gastar en pequeñas cosas.

Es cierto que cortar esas pequeñas cosas, sobre todo en situaciones difíciles, nos puede generar un buen ahorro.

Sin embargo quitar esos pequeños placeres de nuestra rutina no es el objetivo de la planeación financiera, por el contrario debemos mejorar nuestra calidad de vida.

Por eso debemos enfocarnos en aplicar tácticas y estrategias de manejo de flujo de efectivo que algunas compañías exitosas usan.

Tratar de tomar decisiones financieras más acertadas e inteligentes, relacionadas a las cosas más grandes como los impuestos, manejo de deudas, compra de automóviles y bienes raíces, etcétera.

Un buen manejo del flujo de efectivo en estas áreas casi siempre se traduce en muchos miles de pesos de ahorro al año, ahorros que pueden destinarse fácilmente a nuestras inversiones.

Estos pagos, particularmente los de créditos automotrices e hipotecarios y los de tarjetas de crédito pueden significar varios miles de pesos al mes.

Ganando incluso un pequeño porcentaje de intereses sobre estos montos, se puede generar una cantidad importante de efectivo potencialmente destinado a inversión en el año.

Un buen enfoque para manejar el flujo de efectivo y pagar cuentas debe considerar: Oportunidad. No pagar pronto ni tarde, sino a tiempo. Uno puede aprovecharse del periodo de gracia, es decir el periodo entre la fecha de corte de nuestra cuenta y la fecha límite de pago, que es cuando el dinero que debemos puede estar ganando un interés de corto plazo.

Debemos guardar el efectivo, mientras no tenemos que pagarlo, en una cuenta que nos brinde liquidez y rendimientos reales como una sociedad de inversión en instrumentos de deuda, en lugar de hacerlo en cuentas de cheques o de ahorros que nos darán nada.

Simplemente, antes de que tengamos que hacer un pago, podemos transferir dinero de dicha sociedad de inversión a nuestra chequera.

Sincronizar. Aunque nuestras tarjetas de crédito, pagos de luz, teléfono, renta, etcétera tengan diferentes fechas de pago, una alternativa para los "olvidadizos" puede ser sincronizarlos con el fin de tener sólo una o dos fechas al mes para realizar pagos.

Para esto, podemos aprovechar el cargo automático de diferentes servicios como teléfono, televisión de paga, o incluso colegiaturas en algunas instituciones, a nuestra tarjeta de crédito. Esta medida disminuirá sensiblemente las preocupaciones.

También podemos pedir el cargo automático de nuestra tarjeta contra nuestra cuenta de cheques. Entonces lo único que tendremos que hacer es pasar un poco de dinero de nuestras inversiones a nuestra chequera una o dos veces al mes.

Programar . Al hacer su presupuesto muchas personas suelen olvidar el componente del ahorro. Piensan que si logran cumplir el presupuesto tendrán dinero a fin de mes.

Sin embargo, el ahorro debe ser considerado como un pago similar al de la luz o cualquier otro servicio.

Si por el contrario cada mes ponemos un monto en nuestro presupuesto para el ahorro y lo depositamos en una cuenta separada en el momento en que recibimos un ingreso, lo que sobre a fin de mes puede ser utilizado como un incentivo, como un pequeño premio a nosotros, de que logramos cumplirlo.

Ganar. No perder dinero pagando intereses. Al utilizar nuestra tarjeta de crédito como una alternativa de pago para manejar nuestro flujo de efectivo, pagando puntualmente cada mes el saldo total podremos evitarnos el cobro de cargos financieros.

Además, tendremos el periodo de gracia para invertir a corto plazo el dinero para el pago de la misma y generar intereses a favor.

Por ejemplo, si uno gasta en promedio 10,000 pesos mensuales y coordina sus pagos para hacerlos a tiempo según las estrategias mencionadas, al cabo de un año podría obtener un ingreso adicional superior a 511 pesos, que de otra manera no se tendrían y cuyos intereses se podrían reinvertir a largo plazo generando grandes beneficios en nuestras inversiones.

Cualquier negocio bien manejado sigue estas simples pero efectivas estrategias en el manejo de efectivo. ¿Porqué nosotros no? Con mucho gusto recibiré sus dudas, inquietudes y comentarios en mi dirección de correo electrónico: jlanzagorta@eleconomista.com.mx
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