jueves, 3 de abril de 2008

Siete pasos que convierten al ahorro en un verdadero hábito

Finanzas Personales

Siete pasos que convierten al ahorro en un verdadero hábito
Joan Lanzagorta

Considere la reserva como una deuda


Una de las filosofías más importantes y novedosas que han revolucionado la concepción de las Finanzas Personales, es la de considerar al ahorro como un gasto fijo.

Tradicionalmente, el esquema para elaborar nuestro presupuesto era anotar, por un lado, nuestros ingresos y por otro, nuestros gastos. La resta entre estos dos conceptos era lo que determinaba nuestro ahorro.

Sin embargo, en la práctica esa manera de presupuestar no daba buenos resultados, porque era común que hubiera ciertos "pequeños" e inesperados gastos, que siempre hacían que ahorráramos mucho menos de lo planeado.

Por ello, después de algunas investigaciones, varios autores norteamericanos descubrieron que la única manera en la que una persona puede ahorrar lo que requiere, es considerando al ahorro como una deuda con uno mismo, y anotándolo en nuestro presupuesto como el primer recibo que tenemos que pagar al inicio de cada mes.

De esta forma, estaremos ahorrando "por adelantado", y el dinero que nos queda deberá ser suficiente para el resto de los gastos del mes.

La forma más adecuada de aplicar y aprovechar estos conceptos, se resume en siete sencillos pasos que enlistamos a continuación: 1. Presupuestar. Elabore primero un presupuesto tradicional, es decir escriba en un papel sus ingresos y egresos, por categoría y por mes.

Trate de hacerlo lo más completo posible, a fin de que pueda obtener de dicho ejercicio una fotografía detallada del origen de su dinero y de sus patrones de consumo. Puede basarse en los recibos que todavía conserve, y en sus estados de cuenta.

No olvide considerar el monto que destina para pagar sus deudas, además de los gastos no frecuentes, como pueden ser las vacaciones, la tenencia o el vencimiento de sus seguros.

Además agrupe bajo "otros gastos" lo que requiere para pagar propinas, estacionamientos, etcétera.

2. Recortar. Revise cuidadosamente dicho presupuesto y trate de afinarlo lo más posible. Identifique los rubros en los que gasta demasiado y vea la manera de recortarlos.

Recuerde además que si su presupuesto es demasiado rígido difícilmente podrá cumplirlo, pero si es demasiado holgado estará desperdiciando recursos importantes.

3. Calcular. Determine su capacidad de ahorro. Simplemente en el cuadro obtenido, reste en cada uno de los meses presupuestados sus egresos de sus ingresos.

4. Replantear. Elabore un nuevo presupuesto exactamente igual al anterior, pero añadiendo a sus gastos fijos el monto de ahorro que usted determinó. En este esquema, los ingresos deberán ser exactamente iguales a los egresos.

5. Respetar. Cada mes, páguese primero a usted mismo: asegúrese de que el primer cheque que elabore esté a su nombre.

Como ya hemos mencionado en otras ocasiones, si usted tiene deudas destine el monto de su ahorro para irlas reduciendo hasta terminar de pagarlas.

Si no las tiene, guárdelo en una cuenta separada e inviértalo en instrumentos que le paguen un interés por encima de la inflación, a fin de proteger su poder adquisitivo y de hacerlo crecer con el tiempo.

6. Registrar. Lleve un registro detallado de todas sus entradas y salidas de cada mes, a fin de que siempre sepa qué tanto ha gastado y cómo va con su presupuesto. Procure siempre cumplir con él y en ningún caso excederse en ningún rubro.

7. Premiar. En caso de que al final del mes le haya sobrado un poco de dinero, puede hacer dos cosas: ahorrarlo para que pueda llegar más rápido a sus metas o bien, utilizarlo para premiar su esfuerzo como un estímulo a continuar por ese camino que le seguirá dando satisfacciones.

Con mucho gusto responderé a sus dudas, inquietudes y comentarios en mi dirección de correo electrónico: jlanzagorta@eleconomista.com.mx
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