miércoles, 4 de junio de 2008

A propósito del Día del Padre

Día del Padre: Una celebración con amor

El día del padre es el día en que mamá e hijos le demostrarán todo su amor y aprecio a ese papá luchador y amoroso. Para ello piense qué le gusta a él, qué es lo que valora más, qué espera de su esposa e hijos. No piense sólo en cosas materiales, pues normalmente los seres humanos esperamos cariño, ternura, delicadeza, comprensión, etc.

En este día pónganse sus mejores atuendos y vayan en familia a Misa para agradecerle a Dios el privilegio de tener un padre único. Luego, es el momento de entrar en la cocina para preparar el almuerzo preferido de papá. O si quiere ser un poco más aventurera y probar nuevos sabores.

Orígenes del día del padre

La idea de celebrar el Día del Padre surgió de la estadounidense Smart Dood, en Washington, Estados Unidos, en 1910.

Smart pretendía, que a través de esta fiesta, se destacara el papel de los padres en la sociedad, especialmente de aquellos papás, que como su progenitor, cumplían el rol de padre y madre a la hora de levantar y educar a sus hijos. Sin embargo, la propuesta de la señorita Smart, que señalaba al 5 de junio como día clásico de los padres, no tuvo muchos adeptos y quedó en el olvido. Sin embargo, el señor Harri C. Meek, presidente del Club de Leones de Chichago, Estados Unidos, siguió trabajando en la idea de congratular a los padres. En 1915 el proyecto contó con luz verde, aunque en un principio se sugirió que cada familia estaba en la libertad de celebrar o no el día.

En 1972 se estableció por fin una fecha oficial para el día del padre en Estados Unidos. A partir de este instante la celebración se esparció rápidamente a Europa, América Latina, África y Asia. En Colombia se institucionalizó este día padre mediante un decreto que reglamenta la celebración para el tercer domingo del mes de junio. En la actualidad, la fiesta se cumple en casi todo el mundo, excepto en los pocos países comunistas que aún quedan.


El reto de ser un buen papá

Los estudios muestran que, mientras más interesado es un padre en su familia, más le cuesta pasar demasiado tiempo en su trabajo. Sin embargo, las investigaciones también muestran que esa persona obtiene en el mediano plazo más satisfacciones de la vida familiar.

Por lo general, los padres que hacen una revisión de su propia infancia y de la relación con su padre, suelen partir con un rumbo mucho más claro en cuanto a la relación con sus hijos. Esto les permite buscar compensar sus carencias, repetir lo valioso o buscar otras opciones. Los que por el contrario no realizan una revisión de la propia historia, suelen andar sin rumbo.

La trampa de la falta de tiempo

Muchos padres se quejan de la falta de tiempo para estar con sus hijos. Pero frente a esa trampa, hay que revalorizar aquellas pequeñas oportunidades para sacarles el máximo provecho y establecer así una comunicación más íntima entre papá e hijo/a.

  • Si los vas a dejar al colegio todos los días, ése es el momento.
  • Si los tuviste que pasar a buscar a la clase extracurricular, ése es el momento.
  • Si te pidió permiso para el paseo de curso, ése es el momento.
  • Si te mostró sus rodillas peladas, ése es el momento.
  • Si están sentados frente a la televisión, ése es el momento.

Si no, muchas veces nos quedamos sin el rato y sin el momento.

Comunicación más efectiva

La mejor manera de obtener un "nada" por respuesta es preguntar: ¿qué pasó hoy día?. La mejor manera de obtener un "bien" por respuesta es preguntar: ¿cómo te fue hoy en el colegio?.

La comunicación más efectiva debe ser claramente más específica, y es más efectiva porque no es un preguntar en general, sino que revela claro interés.

  • ¿Qué tal estuvo la clase de fútbol?
  • ¿Cómo te sentiste del resfrío?
  • ¿Qué tal en el examen de historia que te tenía preocupado?

Un mínimo de planificación agrega variedad a nuestro encuentro. Tal es el caso si nos proponemos leerles un cuento, armar una torre muy grande, salir a dar una vuelta en bicicleta, compartir las noticias y comentarlas o simplemente estar en cercanía.

Si parte importante de nuestra vida es el trabajo, una buena manera de mantenernos conectados es permitir que nuestros hijos conozcan lo que hacemos. Llevarlos a conocer la oficina les permitirá saber qué hacemos cuando estamos lejos de ellos.

Trabajamos por ellos y para ellos. Que no los perdamos a ellos en el camino es un buen propósito.

Historias para pensar


Carta de un padre a su hijo

Querido hijo:

El día que esté viejo y ya no sea el mismo, ten paciencia y compréndeme. Cuando derrame comida sobre mi camisa, y olvide cómo atarme mis zapatos, recuerda las horas que pasé enseñándote a hacer las mismas cosas.

Si cuando conversas conmigo, repito las mismas palabras y sabes de sobra cómo termina, no me interrumpas y escúchame. Cuando eras pequeño, para que te durmieras tuve que contarte miles de veces el mismo cuento hasta que cerrabas los ojitos.

No me reproches porque no quiera bañarme; no me regañes por ello, recuerda que te perseguí y los miles de pretextos que te inventaba para hacer más agradable tu aseo, acéptame y perdóname ya que ahora soy el niño.

Cuando me veas inútil e ignorante frente a todas las cosas tecnológicas que ya no podré entender, te suplico que me des todo el tiempo que sea necesario para no lastimarme con tu sonrisa burlona. Acuérdate que fui yo quien te enseñó tantas cosas: comer, vestirte y enfrentar la vida tan bien como lo haces, son producto de mi esfuerzo y perseverancia.

Cuando en algún momento, mientras conversemos, me llego a olvidar de qué estamos hablando, dame todo el tiempo que sea necesario hasta que yo recuerde, y si no puedo hacerlo, no te impacientes. Talvez no era importante lo que hablaba, y lo único que quería era estar contigo y que me escucharas en ese momento.

Si alguna vez ya no quiero comer, no me insistas. Sé cuánto puedo y cuánto no debo. También compréndeme, pues con el tiempo, ya no tengo dientes para morder, ni gusto para sentir.

Cuando mis piernas fallen por estar cansadas para andar, dame tu mano tierna para apoyarme, como lo hacía yo cuando comenzaste a caminar con tus débiles piernitas.

Siempre quise lo mejor para ti, y he preparado los caminos que has debido recorrer. Piensa entonces que con este paso que me adelanto a dar, estaré construyendo para ti otra ruta en otro tiempo, pero siempre contigo.

No te sientas triste ni impotente por verme así, dame tu corazón, compréndeme y ayúdame como lo hice cuando empezaste a vivir, de la misma manera que yo te he acompañado en tu sendero, te ruego me acompañes a terminar el mío.

Dame amor y paciencia, que te devolveré gratitud y sonrisas con el inmenso amor que tengo por ti. Dios recompensará tu bondad.

Con Amor: tu padre.
Autor: Anónimo


El papá del siglo XXI

La imagen de un padre difiere mucho hoy en día de lo que era hace unas décadas. Si antes el rol de papá era entendido solo como el ‘jefe’ del hogar, es decir como ese personaje distante que poco se involucraba en las actividades domésticas y de crianza de los hijos, hoy es todo lo contrario.

El papá de hoy es aquel que participa mucho más en las responsabilidades del hogar. Es quien va paralelo a su esposa en la crianza de los niños, es el que hace mercado, cambia pañales, ayuda en las tareas escolares, cocina, transporta a los chicos en sus actividades extra curriculares, etc.

Al ampliarse las oportunidades para la pareja y al salir mamá a trabajar, el padre ha podido asumir estos papeles no tradicionales. Las grandes ventajas las tienen los niños pues al ser más participativo en la crianza de los hijos, puede:

  • Expresarles su amor.
  • Tratar de ayudarlos con sus preocupaciones y problemas.
  • Hacerles sentir bien cuando estén “mal” o pesimistas.
  • Brindarles cuidado y atención continua.

Hombre nuevo

Es cierto que para algunos hombres las expectativas que se tienen en cuanto a la visión tradicional del “hombre-macho” (insensible y poco empático) contrasta con la nueva visión de la masculinidad.

Aunque todavía se promueve el modelo “machista” en nuestra sociedad, los jóvenes muestran un interés más profundo en mantener los lazos emocionales con sus figuras significativas: sus familias, sus amigos y las amigas que forman su mundo.

Como padres, el aporte que se haga a los hijos varones será esencial, pues les ayudará a afirmarse en su masculinidad, sin dejar a un lado las nuevas responsabilidades que la vida del siglo XX! les ha asignado como padres y educadores.


Pensamientos:¿Qué es un papá?
  • Es aquel que sabe orientar y exigir, pero al mismo tiempo sabe amar.
  • Es aquel que al minuto de haber regañado con severidad, sonríe y guiña el ojo con ternura.
  • Es el que sabe decir no cuando es lo justo y sabe decir sí cuando es lo conveniente.
  • Un buen papá es el que después de una dura jornada de trabajo, al llegar a casa abraza a sus hijos y se vuelve un niño jugando con ellos.
  • Un papá es aquel hombre que genera vida, que acompaña y da seguridad ofreciendo una mano firme.
  • Un papá es un director de orquesta, es el constructor de un nido, es el maestro de la escuela de la vida.
  • Un papá es ante todo un hombre con corazón, que sabe señalar el horizonte con optimismo y confianza.
  • Un papá, un verdadero papá, tiene mucho de mamá, aunque tenga fortaleza de varón inquebrantable.
  • Un papá es refugio seguro para el hijo que llora y sufre...un papá es aquel que sabe escuchar y alentar a los hijos en las derrotas de la vida.
  • A los papás se les dedica un día en el año, pero ellos dan todos los días para los suyos.
  • Son generosos por naturaleza, por voluntad y por amor. Además, un papá nunca muere, simplemente se esfuma para continuar mandando en su recuerdo con sus enseñanzas.
  • La vida de los hijos transcurre felizmente a la sombra de un buen papá, como el amigo y confidente que refleja la ternura, la bondad y el amor de Dios- Padre.

¿Qué tipo de papá soy?

Se acerca el día del padre y es el momento para que usted, si es padre de familia, reflexione sobre su papel de papá. ¿Cómo lo está haciendo? ¿Siente que debe mejorar en algunos aspectos? Probablemente usted se ubicará en una de las siguientes categorías. Ello le ayudará a descubrir qué puede hacer para lograr ser mejor cada día y mejorar en la comunicación con sus hijos.

Papá ideal

Escucha y conversa son sus hijos. Para él, los valores de sus hijos y el desarrollo de su personalidad son la base de la formación. Por eso, respeta las determinaciones, espacios y concepciones, siempre y cuando no sobrepasen los límites de los valores cristianos, ni las normas del hogar.

Papá informal

Por lo general piensa que los años nunca pasan y que él puede llegar a ser el confidente de sus hijos, aunque cuando ve que la situación se sale de sus manos, recurre a la autoridad para hacer respetar su posición. Lo más seguro es que al día siguiente haya olvidado lo sucedido y traiga una gigante pizza a casa.

Papá sobreprotector

Es aquel extremadamente cuidadoso y celoso de sus hijos. No les permite a los chicos tomar decisiones ni resolver sus propios conflictos. Muchas veces manipula los sentimientos para demostrar que él es indispensable y superior a los demás miembros de la familia.

Papá inestable

La autoridad es su rasgo característico. Cree que para mantener el respeto de sus hijos no debe demostrar su afecto e interés por ellos. Es distante y ausente, no conoce los gustos ni sabe cómo sus hijos perciben la vida. Su gran temor es perder el respeto y la templanza de su carácter.

Fuente: Buenosmodales.cl

Powered By Blogger