martes, 2 de octubre de 2007

Cómo manejar las finanzas ante los cambios importantes de la vida 1

Joan Lanzagorta



Evite que las emociones le conduzcan a cometer errores


La vida es un mar lleno de incertidumbres. A lo largo de la historia, pocas son las cosas que han permanecido inmunes a constantes. Irónicamente, una de estas constantes ha sido precisamente el cambio.

En efecto, la vida de cualquier persona está sujeta a cambios incesantes.

Algunos de ellos son pequeños, casi imperceptibles, pero muchos otros son enormes y tienen consecuencias importantes.

Algunos cambios se presentan de forma súbita e imprevista, como podría ser un terremoto. Otros de ellos son previsibles y se pueden ver llegar, como podría ser una tormenta que se acerca a la costa. Sin embargo, en cualquier caso la habilidad que tengamos para poder manejarlos con éxito, y ajustar nuestra vida a las nuevas circunstancias, depende de la forma como nos hayamos preparado para ellos.

Desde luego, no hablaremos aquí de desastres naturales, sino de cambios importantes que se presentan en nuestra vida cotidiana, algunos de los cuales producen grandes alegrías.

Pero incluso esos cambios positivos podrían llegar en circunstancias difíciles y complicadas, tanto que podrían presentarse como desastrosos.

Recuérdese que la definición de "desastre" tiene que ver con la forma como nos hemos preparado: para algunos de nosotros, el estar atrapados en medio de una tormenta y no poder salir, podría resultar desastroso si es que nunca nos tomamos la molestia de guardar provisiones para ello.

Para quienes almacenaron comida y agua para emergencias, la tormenta podría significar una buena noticia: un descanso de sus actividades cotidianas.

Como bien habrán imaginado nuestros lectores, todos los cambios importantes llevan consigo, de una manera o de otra, un impacto en nuestras Finanzas Personales.

Tales cambios pueden ser, por ejemplo, el matrimonio o el divorcio, el nacimiento de un nuevo hijo, el retiro, la muerte, entre muchos otros.

Es por ello que queremos presentar algunos consejos generales que nos permiten prepararnos para cualquier cambio que se presente en nuestras vidas: Permanecer siempre en buena condición financiera. Desde luego, mientras más sanas se encuentren nuestras Finanzas Personales, estaremos mejor preparados para afrontar cualquier cambio.

Por ejemplo, para una pareja que está al borde de la bancarrota, el nacimiento de un hijo puede resultar fatal; para una pareja libre de deudas la transición podrá ser mucho más fácil.

Los cambios requieren de cambios. Incluso aunque nuestras Finanzas Personales estén en orden, cualquier cambio importante implica una revisión exhaustiva no sólo de nuestra situación, sino de nuestras propias metas.

Los cambios importantes pueden afectar nuestro patrón de gastos, o la forma como generamos nuestro ingreso, o incluso nuestra capacidad para asumir riesgos.

Permitir que los cambios se presenten, nunca retrasarlos. Una característica que nos hace humanos, es que muchas veces llegamos a subestimar lo que nos puede llegar a pasar; pero tratándose del largo plazo, la negligencia puede ser fatal.

Un hecho probado es que muy pocos jóvenes comienzan a ahorrar para su retiro desde que comienzan a trabajar, la mayoría lo retrasa; suelen verlo como algo muy lejano.

Sin embargo, la realidad les alcanza y, cuando menos lo esperan, penosamente se dan cuenta de que no están lo suficientemente preparados para afrontarlos.

Manejar adecuadamente nuestras emociones. Los seres humanos somos seres emocionales y tendemos a tomar decisiones por impulso, sin el suficiente análisis. Esto es lo peor que podemos hacer, tratándose de nuestro dinero.

Uno siempre debe tomarse el tiempo de informarse, analizar la situación con calma y desprenderse de sus sentimientos.

Esto desde luego no es fácil, pero una de las formas más fáciles de lograrlo es por medio de la propia educación.

Con mucho gusto recibiré sus dudas, inquietudes y comentarios en mi dirección de correo electrónico: jlanzagorta@eleconomista.com.mx
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