martes, 2 de octubre de 2007

Las compras de impulso se pueden controlar

Sin crédito

Asigne una partida mensual o quincenal para evitar excesos

Estimado Doqtor Ahorro, Agradecemos el envío que nos hizo hace ya casi cinco meses del Constructor de Presupuestos.

Tal como nos lo advirtió de inicio fue algo engorroso el anotar todos los gastos que hacíamos, luego las sorpresas.

Lo que nos dejó perplejos fue que no habíamos notado la enorme cantidad de dinero que gastábamos al comer fuera de casa.

Luego a la hora de la "negociación" en pareja sí hubo desacuerdos y pleitos.

Lo que nos sacó adelante fue las ganas de revertir el proceso de endeudamiento que parecía imparable y que ambos reconocemos la necesidad de ahorrar.

Una de las malas costumbres que nos está costando mucho trabajo eliminar son las compras de impulso, juntos o separados. .

¿Qué nos puede aconsejar? René y Lizzie N.


Estimados R. y L.:.

Me da mucho gusto el que estén en el proceso de arreglar finalmente sus finanzas familiares. Es un proceso tardado y menos divertido que endeudarse.

Con el primer impulso a dar una respuesta me viene a la mente una anécdota de un tío que fue al médico y le comento que cuando torcía la cabeza hacia la izquierda y abría la boca le tronaba fuertemente la mandíbula y le dolía. El médico le respondió: pues no lo haga.

Siendo yo también adicto a las compras de impulso los entiendo. No puedo pasar por un tianguis sin salir cargando dos bolsas llenas de objetos que hacía solo una hora no sabía que necesitaba.

Los consejos básicos de no cargar con efectivo en la cartera o bien dejar la tarjeta de crédito en casa no son la respuesta que da buen resultado.

Hay que meditar individualmente y luego discutir en pareja que es lo que nos provoca placer al comprar cosas que muchas veces no nos son indispensables.

Muchos de nosotros derivamos un placer irracional de la posesión de algunos objetos materiales.

No me refiero a la compra de ropa de uso, enseres de cocina, antojitos callejeros en lo que comida se refiere etcétera.

Me refiero esencialmente al síndrome del coleccionista: hay personas que llegan a acumular cajones llenos de plumas, muchas de ellas de marca prestigiada.

He conocido fumadores que gastan verdaderas fortunas en pipas, encendedores, y toda clase de aditamentos.

Lo mismo en armas, Instrumentos musicales y los relojes de pulso son otros favoritos, seguidos por prendas de vestir como pueden ser las corbatas, o quien puede olvidar a Imelda Marcos esposa del dictador de las Filipinas quien por su huída dejo atrás más de 33,000 pares de zapatos.

El salir de compras es muchas veces un remedio para la depresión, un mal que afecta a muchas personas.

También el comprar tiene un efecto parecido al del alcohol que nos hace sentir eufóricos de momento, pero más tarde llega la "cruda", al llegar la cuenta de la tarjeta de crédito o bien no nos alcanza el dinero para pagar nuestros gastos prioritarios a fin de mes.

El volumen inverosímil de publicidad que nos invita, nos reta y nos empuja a estar comprando todo tipo de artículos hace que sea verdaderamente sorprendente la heroica resistencia de aquellos que quieren ahorrar, y lo logran llegando a controlar las compras de impulso que hacen.


Controladas.

Una solución práctica que he encontrado es el presupuestar la cantidad que podemos dedicar a compras de impulso en forma semanal para no sobre-gastar.

Si no utilizamos la cantidad que consciente y racionalmente nos hemos asignado para gastos de impulso en la semana, podemos gastar el doble la semana que sigue.

Por el contrario, si hemos caído nuevamente víctima de una compra de impulso de alto costo, sólo tenemos que dejar de gastar por un par de semanas, con la tranquilidad de saber que no vamos a salirnos de presupuesto.

Espero que esto les sea de utilidad y que por fin llegue a su meta de cero deudas en un futuro muy cercano. Manténganme informado.

Doqtor Ahorro *Ricardo G. Mayer es Doqtor Ahorro, un especialista en todo lo relacionado con las Finanzas Personales.
Powered By Blogger