miércoles, 23 de enero de 2008

¿Cómo explicamos esto a los niños?

Editorial

23/ene/2008

Debe preocuparnos que nuestros niños y jóvenes están viendo a su país inmerso en una "cotidianidad" de ejecutados, encobijados, decapitados y acribillados.
Bernardo Graue Toussaint



Desde 1960, en España han muerto 939 personas en manos de la banda terrorista vasca ETA. Los dos últimos asesinatos sucedieron en diciembre, cuando dos guardias civiles fueron asesinados en la frontera francesa.

Luego de cada ataque etarra, cientos de miles de españoles salen a las calles para manifestarse contra esa brutalidad. Esa es una sociedad democrática y una sociedad viva, que no se calla frente a los que pretenden imponer sus voluntades por la vía de las armas. Es una sociedad que no está dispuesta a acostumbrarse a la violencia, por más recurrente que ésta sea.

En México, diversas estadísticas muestran que el crimen organizado produjo (entre el año 2000 y el 2006) una escalada de violencia brutal, con un saldo de 9,000 asesinados (1,500 al año). Tan sólo en 2007, murieron 2,794 personas. Por lo mismo, los mexicanos diariamente escuchamos las siguientes expresiones: "ejecutado", "encobijado", "decapitado", "acribillado", "levantado" o "tiro de gracia".

Hace unos días, unos sicarios que pretendían asesinar a un policía, se equivocaron de casa y acribillaron a una familia entera. Un error que cobró víctimas inocentes. Esa misma semana, vimos -en los medios informativos- escenas de un kinder en Tijuana, que se ubicaba junto al escenario de una balacera entre autoridades y mafiosos. Niños aterrados, siendo rescatados por los policías. Igualmente, supimos de la captura de criminales que portaban lanzacohetes antitanque (bazukas) en el DF.

Hoy, pareciera los mexicanos vemos a esos "hechos" alejados de nosotros, fuera de nuestro alcance o como un asunto "sólo de mafias". Nos estamos (erróneamente) acostumbrando a la violencia.

Hace unos días, en una reunión social, oí una expresión cada vez más recurrente (en referencia a los capos del narcotráfico y su violencia): "Mira, por mí, que se maten entre ellos".

Esa visión ciudadana de los hechos es engañosa y falaz, porque esas bandas envenenan con drogas a nuestros jóvenes y niños (en EU y también en México) y porque la violencia de estos capos ya está cobrando víctimas inocentes como daño colateral a su actividades. En este sentido, debe preocuparnos que nuestros niños y jóvenes están viendo a su país inmerso en una "cotidianidad" de ejecutados, encobijados, decapitados y acribillados.

¿Qué debemos hacer como sociedad frente a esta escalada de muerte? ¿Debe la sociedad mexicana permanecer como espectador silencioso de esta violencia? ¿No debemos -como sociedad democrática- exigirle resultados al gobierno en su lucha contra el crimen organizado, pero también expresarle -públicamente- todo el apoyo en su tarea? En España, los ciudadanos salen a la calle a expresarse contra la violencia terrorista, no porque crean que, con ello, los violentos pararán. Esos ciudadanos se manifiestan como ejercicio pleno de libertad de una sociedad democrática que no está dispuesta a tolerar el triunfo de quienes tienen el dedo en el gatillo. Con ese ejemplo, los españoles educan a sus hijos, para que éstos aprendan que la violencia jamás debe ser vista ni aceptada como "normalidad".

¿No acaso ya llegó el peligro de estas mafias a todas las calles del país? ¿Hasta cuándo saldremos los mexicanos a decirles "Ya basta"? bgrauet@hotmail.com
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